Mantenimiento básico de un acuario

Los peces requieren de ciertos cuidados básicos del ambiente en el que se desenvuelven para poder vivir saludablemente.
Al realizar el mantenimiento del acuario el aficionado puede cometer numerosos errores, muchas veces por desconocimiento y otras veces consecuencia de un mal asesoramiento por parte de otros aficionados, malos profesionales, o bien por interpretar mal la información que encuentran en Internet.
Lo más recomendable para realizar el mantenimiento del acuario de manera organizada es establecer una agenda o cronograma de mantenimiento que en un primer momento nos será útil para organizarnos en las tareas que deberemos realizar en el acuario. Los aficionados ya experimentados realizaran estas tareas sin necesidad de un agenda pero para los principiantes contar con esta guía será de suma utilidad.
Las tareas que regularmente tendremos que realizar para mantener el acuario en buen estado, las podremos dividir en base a su periodicidad en diarias, semanales y aquellas cuya periodicidad es igual o mayor a un mes.
Con periodicidad diaria
• Observar el comportamiento de los peces para detectar cualquier anormalidad en su comportamiento o signo de enfermedad. Cuanto antes detectemos estas anormalidades mas probabilidades tendremos de que con el tratamiento adecuado el pez se reponga y menor será el riesgo que la enfermedad se propague al resto de los habitantes del acuario empeorando la situación. Entre los signos de enfermedad mas comunes a los que se deberá prestar mayor atención están los puntos blancos (ich o punto blanco), manchas algodonosas (hongos), escamas erizadas (hidropesía), peces boqueando en la superficie (falta de oxigeno o intoxicación por nitritos), deformaciones en el cuerpo (torneo, tumores), nado errático, llagas o ulceraciones en la piel (afecciones bacterianas), perdida del apetito.
• Prestar atención a las condiciones del agua. La condición normal del agua del acuario es cristalina y con un suave olor orgánico, cualquier condición que se aparte de estas características nos deberá llamar la atención, por ejemplo si tiene espuma en su superficie (exceso de materia orgánica disuelta), si huele mal (ácido sulfhídrico producido por ennegrecimiento del sustrato), si presenta turbidez (algas unicelulares o bacterias en suspensión).
• Chequear la temperatura del agua para determinar si es la correcta para el tipo de peces que estamos manteniendo. Una temperatura inadecuada bajara las defensas de nuestros peces haciéndolos propensos a enfermedades.
• Alimentar a los peces al menos 2 veces al día y no mas de lo que puedan comer en 5 minutos es la regla general que se recomienda, de todas maneras cada aficionado con a medida que adquiere experiencia desarrolla su propio parámetro para alimentar a los peces.
• Revisar el correcto funcionamiento de los aparatos eléctricos que generalmente se tienen instalados en el acuario:
Aireador: que tenga una potencia adecuada, si no es así lo mas probable es que el filtro de aire este sucio o el diafragma este  roto. De darse esta última opción habrá que repararlo o cambiarlo dependiendo si hay o no repuestos disponibles
Calefactor: que mantenga la temperatura para la cual lo tenemos regulado. De no ser así abra que averiguar la causa, sin embargo tanto si se debe a que su potencia es menos a la requerida por el tamaño del acuario o a un mal funcionamiento lo mejor será reemplazarlo no repararlo.
Filtro: Que tenga un caudal de agua adecuado, que este haya disminuido sensiblemente significa que habrá que limpiar o cambiar el material filtrante si correspondiera.
Con periodicidad semanal
• Cambiar el agua en una proporción no menor al 30% semanal.. Constantemente se están acumulando en el acuario toda clase de desperdicios ya sea provenientes de la actividad metabólica de los peces, alimento no consumido, hojas muertas etc. Los compuestos que no son consumidos por plantas o caracoles por ejemplo, continúan acumulándose día tras día y llegara el momento que estos alcanzaran concentraciones toxicas para los peces por lo que estos cambios son la única manera de retirarlos. El agua de reemplazo deberá ser lo más cercana posible a las condiciones del acuario. Si bien los cambios de agua son estrictamente necesarios, no se debe llegar al extremo de realizar cambios totales de agua pues el efecto será el inverso al deseado. Es recomendable usar también algún acondicionador de agua de marca reconocida para eliminar el cloro y los metales pesados que pudiera haber en el agua corriente.
• Limpiar  la graba. En los acuarios con escasa cantidad e plantas o desprovistos de ellas es importante retirar los detritos para evitar que se acumulen y ennegrezcan el sustrato produciendo ácido sulfhídrico que le dará al agua un característico olor a huevo podrido. Esta limpieza se hará con un Limpia-grabas especifico y no será necesario limpiar toda la graba semanalmente con limpiar un tercio cada semana es suficiente así cada tercio será limpiado cada tercer semana.
• Chequear los parámetros del agua del acuario. Los principales valores que deberemos controlar son pH, dureza general (GH), dureza de carbonatos (KH), nitritos y amoniaco. Tanto para le valor de pH como para ambas durezas se deberá controlar que correspondan a los valores requeridos por los habitantes del acuario, en tanto que para nitrito y amoniaco estos deberán ser 0. Valores de Nitritos o Amoniaco diferentes de 0 fuera del periodo de ciclado del acuario son indicación que algo no esta funcionando bien.
Con periodicidad es igual o mayor a un mes
• Limpieza del filtro.  Un filtro es el corazón del acuario y si esta sucio trabaja menos eficiente aumentara el nivel de nitritos y amoniaco provocando en la muerte de los peces por intoxicación. Es por ello que deberemos asesorarlo sobre la periodicidad y la forma de mantener estos equipos. Una regla que personalmente aplico es la de limpiar el filtro el primer fin de semana después de cada cambio de estación, obviamente esta regla no es única y cada acuarista tendrá la suya. Lo importante es   mantener periódicamente el filtro, y que esa limpieza debe hacerse en un balde con agua extraída del acuario a fin de proteger las bacterias del filtro.